Esta NTP propone un conjunto de recomendaciones a tener en cuenta para gestionar el tráfico rodado y peatonal en los lugares de trabajo mediante la instalación de barreras de protección, de manera que se asegure la adecuada segregación de vehículos y peatones, reduciendo así el riesgo de accidentes.
En los lugares de trabajo numerosos accidentes laborales son debidos a golpes y atropellos por vehículos aptos para circular por las vías públicas que acceden a los centros de trabajo (p.ej: para la entrega o recogida de cargas u otros servicios) o por vehículos de uso interno (p.ej: carretillas autopropulsadas, vehículos autoguiados, plataformas elevadoras móviles de personal, maquinaria para movimiento de tierras).
Una de las formas de evitar o minimizar su materialización es mediante el diseño coherente y adecuado de las distintas áreas de trabajo, segregando adecuadamente la confluencia entre vehículos y peatones.
Concretamente, una de las maneras más efectivas de garantizar que peatones y vehículos se desplacen de forma segura por las zonas de trabajo es mediante la disposición de vías separadas, provistas de barreras físicas.
A este respecto, el uso combinado de señalización de seguridad y barreras de protección pretende prevenir accidentes dirigiendo a las personas a puntos de cruce controlados y seguros.